Para el viernes 22 de noviembre
SIN FE ES IMPOSIBLE
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonado de los que le buscan. Hebreos 11:6.
El capítulo 11 de la epístola a los hebreos es la galería de los hombres y las mujeres de fe. Para entender lo que el apóstol Pablo quiso decir, primero hay que entender lo que significa la fe. La definición más simple de fe es confianza. Tener fe entonces, es tener confianza. Cuando dices que tienes fe, estas manifestando que confías; cuando afirmas que un día tuviste fe, estas expresando que un día habías confiado, pero que hoy no confías más. Pero, tú no puedes confiar en alguien a quien no conoces; y no puedes conocer a alguien con quien no convives.
Por lo tanto, la fe en Dios demanda que lo conozcas; y, para conocerlo, necesitas convivir con Dios. Esto es lo que explica el versículo de hoy. En el griego (el idioma del nuevo testamento), la palabra “imposible” es adunatos, que significa, literalmente, “que no se puede, desde ningún punto de vista”. Es como tirarte al rio y mantenerte sumergido por dos horas. Bueno, eso es adunatos: un imposible. Por eso, una vida sin fe no es vida. Una vida sin fe entristece a Dios; no es de su agrado. ¿Por qué? Porque la fe es confianza; y, cuando el hijo, a quien el padre tanto ama, no confía en él, Dios no puede estar contento con esa actitud.
Nosotros no fabricamos la fe: las evidencias del amor y el poder de Dios son las que generan confianza en nuestros corazones. Pero, cuando confías en tu padre, eres capaz de ir a cualquier lugar, y hacer cualquier cosa que te pida, seguro de que, si el padre lo pidió, no hay nada de que temer, aunque las circunstancias sean adversas.
Te invito a que convivas más con el Eterno, nuestro Padre Celestial, mediante el estudio y la oración para que tu confianza en el crezca. Confía en Dios, aunque no veas nada. El Señor nos ama y jamás nos llevaría por un camino equivocado.