El texto para hoy: "Yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo". S.Juan 12:32
Mediante el santuario portátil en el desierto, Dios enseña gráficamente al pueblo que, a través del cordero sacrificial sustitutivo, sus pecados (y los de todo el mundo) son expiados y perdonados por un Dios misericordioso y perdonador. Pero con la serpiente de bronce Dios añade otra metáfora esencial a su don de la expiación: la sanacion (S.Juan 3:14,15). Porque no solo hay que ser perdonados de nuestros pecados antes de entrar en la tierra nueva, hay que ser sanados.
Cómo puede hacerse esto? Bueno, de la misma manera que uno puede ser sanado de la mordedura de una serpiente cascabel. Se inyecta el veneno en un caballo para hacer que el animal cree un anticuerpo a la toxina de la serpiente. Despues, este anticuerpo es extraído de la sangre, congelado y almacenado para cuando uno sea mordido. O sea que, uno se salva porque inyectaron a otro el mismo veneno. El que no conocio pecado, se hizo pecado por nosotros. "Jehová cargó en el el pecado de todos nosotros" (Isa. 53:6). Fue inyectado con nuestro pecado para que "por sus llagas" seamos curados (verso 15).
Elevemos a Cristo. Este término describe el acto de la crucificcion y su posterior ascensión, pero en un sentido más profundo, se refiere al carácter de Cristo que fue glorificado en la cruz. Es la cruz la que atrae al verdadero creyente hacia Jesús, no sus milagros o sus promesas: "Tu me mueves, Senor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme el ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte...pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera". "Si tan solo hacemos nuestra y nos postramos ante la cruz del calvario, recibiremos las bendiciones de Dios. Dios nos ama...desea consolarnos, derramar sobre nosotros el aceite del gozo, sanar las heridas que nos ha afligido el pecado, reparar lo que Satanás ha dañado...No caeremos de rodillas al pie de la cruz?" (Review and Herald, 4 de Marzo de 1890).