San Fernando Spanish SDA Church

De acuerdo a nuestro texto, el gran problema de la humanidad es la naturaleza pecaminosa. Tu no eres pecador porque mientes, robas y matas; tu haces todo eso porque eres pecador. Cometes actos pecaminosos porque eres pecador. El pecado es mas que transgredir los mandamientos de Dios; la desobediencia a la santa ley de Dios es el resultado del pecado. 1 Juan 3:4 dice: “Todo aquel que comete pecado, infringe tambien la ley, pues el pecado es infracción de la ley.” Note la palabra “tambien”, o sea, el acto pecaminoso comento antes, en la mente de la persona. Toda cosa mala es obra de la carne, fruto del pecado, consecuencia de estar separado de Dios.

Todos nacemos alejados de Dios (este es el verdadero pecado). David dice: “En pecado nací y en pecado me concibió mi madre”. El esta hablando de la naturaleza pecaminosa; lo que los teólogos llaman pecado original, que no es lo mismo que culpa original. Un niño nace con pecado original; esto es, con la tendencia al pecado, alejado de Dios por naturaleza. Pero, no tiene culpa y, por lo tanto, no necesita ser bautizado.

Por eso Pablo, en la epistola a los Romanos, capitulo 7, habla de la lucha terrible dentro de si. En el momento de nuestra conversion, Dios coloco en nosotros la naturaleza de Cristo pero, dentro de nosotros, todavía esta la naturaleza pecaminosa, que se opone a lo bueno (la naturaleza de Cristo). Todo ser humano tiene esa lucha interna; por eso quiere servir al Señor, pero no puede. Es como si dentro de nosotros hay un monstruo que nos lleva por el camino del mal. Ese monstruo es real. Y se llama “naturaleza pecaminosa”.

Gracias a Dios que, a pesar de eso, en Cristo podemos ser completamente victoriosos y, cuando Jesus regrese en su gloria, finalmente seremos liberados completamente de esa naturaleza, porque la escritura dice: “esto mortal sera vestido de inmortalidad, y esto corruptible, de incorruptibilidad”.

Gracias a Dios que cada día podemos ser victoriosos en Cristo. Somete tu voluntad a Cristo, y no prestes atención a la obra carnal. Coloca tu vida en las manos de Dios, y camina con la seguridad de que, al lado de Cristo, la victoria esta garantizada. Somete a Dios el viejo hombre (al que Pablo llama cuerpo de muerte), porque "manifiestas son laboras de la carne, que son: adulterios, fornicaciones, inmundicia, lascivia, idolatras, hechicerias, pleitos, enemistades, celos, iras, disensiones, herejías”.